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martes, 28 de febrero de 2017

Parar el mundo

-Quiero parar el mundo -dijiste mientras enmarañaba mis dedos entre tu pelo-, en este mismo momento, aquí, contigo.

-¿Quién dice que no se detuvo? - respondí sin dejar de mover los dedos- Yo mismo noté cómo crujieron los mecanismos y engranajes que componen el reloj del tiempo. Quizás nadie más lo notó, tal vez nadie más lo escuchó escondido detrás de todo el mundanal ruido. Desde ese mismo momento todo siguió igual: los pájaros siguieron cantando, los árboles bailaban con el viento y las agujas siguieron su inercia programada. Desde entonces solo hago pensar en que todos esos segundos, minutos y demás no fueron más que una invención, una cuenta atrás, ya que el tiempo dejó de contar cuando te conocí.

San Valentín 2017





Me extravié en un mar cristalino del color de las esmeraldas. 

Quizás no quería volver a la orilla, bajo la sombra de sus pestañas.

Tal vez me distraje contando los lunares de la superficie de su espalda.

Naufragué a causa de sus cantos de sirena en aguas de sus labios
Cada noche dibujaba constelaciones en el cielo de su boca e inventaba historias para hacerla dormir en mis brazos.
Ahora que la luz del día brilla en sus ojos he de confesar que cada día vuelvo para perderme en ese mar cristalino del color de las esmeraldas.

Ella, con su perfume de tierra mojada


Ella, con su perfume de tierra mojada, le arropó con hojas secas recogidas del suelo.
Ella, con su piel de alcornoque desollado, le lavó la cara con agua de lluvia.
Ella, con sus ojos color castaño, sintió el frío inerte que rodea a la niebla.
El, por su parte, se tumbó en el suelo a esperar que el invierno pasase lo más rápido posible.